El cáncer de ovario, una condición que afecta a muchas mujeres alrededor del mundo, es un tema que requiere atención y entendimiento. Aunque puede presentar desafíos, es importante destacar que con la detección temprana y un tratamiento adecuado, las pacientes pueden superar esta enfermedad y continuar con su vida normalmente.
¿Qué es el cáncer de ovario y cuáles son sus principales factores de riesgo?
El cáncer de ovario es un tumor maligno originado en las glándulas reproductoras que son los ovarios, y puede tener un origen de acuerdo al tipo de célula que genera el tumor.
Los tumores de ovario pueden ser: tumores epiteliales, tumores de las células germinales o tumores del estroma, que es el tejido estructural del ovario. Uno de los factores de riesgo para el cáncer de ovario es la edad. Siendo más frecuente –la enfermedad– en mujeres mayores de 50 años o después de la menopausia.
Los antecedentes familiares de cáncer de ovario, de cáncer de mama o de cáncer de colon, pueden representar otro factor de riesgo. Existen mutaciones en ciertos genes que aumentan el riesgo de síndrome hereditario de cáncer familiar, hasta un 25% de los casos de tumores de ovario pueden corresponder a síndromes de cáncer familiar. Entre un 10 y el 20% de los cánceres de ovario se producen por una mutación genética.
Otros factores relacionados con un mayor riesgo de cáncer de ovario son:
- La obesidad. Especialmente en mujeres con un índice de masa corporal mayor a 30.
- Nuliparidad. Aquellas mujeres que nunca han tenido un embarazo a término.
- Pacientes con mutación en el gen BRCA1 y BRCA2.
- Menarca precoz. Mujeres que han tenido su primera menstruación antes de la edad promedio.
Síntomas del cáncer de ovario
El cáncer de ovario es un tumor difícil de diagnosticar en estadios tempranos. Los síntomas más comunes en una paciente con dicha enfermedad son: pérdida de peso, pérdida del apetito, dolor en la zona de la pelvis, distensión abdominal, dolor abdominal, urgencia misional (sensación constante de orinar o aumento de la frecuencia), estreñimiento, dolor durante las relaciones sexuales, cansancio y cambios en el periodo menstrual, entre otros. Se recomienda que las mujeres que presenten estos síntomas consulten con su médico especialista o ginecólogo, ya que la evaluación precoz pued ayudar a detectarlo en estadios más tempranos permitiendo así el abordaje del tratamiento con mayores chances de éxito.
Diagnóstico del cáncer de ovario
Ante la sospecha de un tumor de ovario, se solicita una ecografía ginecológica transvaginal y se realiza un examen pelviano, dado que no existe una prueba de detección simple o de rutina como lo es el Pap en el cáncer de útero.
Un posible diagnóstico del cáncer de ovario se realiza a través de la sospecha clínica por los síntomas que manifiesta la paciente, y por estudios como tomografía de pelvis y abdomen.
El diagnóstico definitivo se hace a través de una biopsia, por medio de una cirugía. Si bien la cirugía es la indicación para la extirpación del tumor, se lleva a cabo para realizar la estadificación. Es decir, una biopsia servirá para poder determinar en qué estadio del tumor, la paciente requerirá de tratamientos como radioterapia o quimioterapia.
Cáncer de ovario y fertilidad
Algunos tratamientos que se llevan a cabo para curar el cáncer de ovario pueden afectar la fertilidad de la mujer, dado a que estos disminuyen la cantidad de folículos en los ovarios y la reserva ovárica.
En una paciente con deseos de embarazo o deseos de maternidad a futuro, el cáncer de ovario puede producir una disminución de su fertilidad debido a tratamientos con quimioterapia o radioterapia, que son terapias citotóxicas. A su vez, las cirugías en donde se deba extirpar ambos ovarios provocan una menopausia precoz compartida del potencial reproductivo. Sin embargo, existen opciones que brinda la reproducción asistida con el fin de concretar un embarazo una vez superada la enfermedad.
En caso de que el tumor sea Borderline de ovario, es decir que aún no hay un diagnóstico de cáncer por biopsia, la paciente puede realizar una preservación de su fertilidad a través de la congelación de óvulos, ya que la estimulación ovárica en estos casos no está contraindicada.
Embarazo después del cáncer de ovario y reproducción asistida
La maternidad es posible luego de un cáncer de ovario. Es importante trabajar en conjunto con el oncólogo para evaluar las opciones de preservación de la fertilidad antes del tratamiento de quimioterapia o cirugía.
Es importante aclarar que se le debe dar prioridad a iniciar el tratamiento oncológico, siempre, lo antes posible. El tratamiento para preservar la fertilidad no debería demorar el inicio del tratamiento por el cáncer.
Entre tanto, la técnica recomendada para preservar la fertilidad ante un diagnóstico de cáncer de ovario depende de varios factores: edad de la paciente, tiempo de evolución del tumor, tipo de tumor, reserva ovárica y tratamiento indicado por el oncólogo.
Si la paciente debe realizar quimioterapia antes de la cirugía y el equipo médico acuerda la posibilidad de estimular y congelar óvulos, se puede recomendar la preservación de la fertilidad. En caso de que la paciente deba ser sometida a una cirugía y no pueda realizar estimulación ovárica para congelar óvulos, se puede considerar la extracción de tejido ovárico para su congelación.
Si la paciente no pudo preservar su maternidad, se puede recurrir a un tratamiento de reproducción asistida con óvulos donados. Y en caso de que la paciente no pueda cursar un embarazo, por extirpación del útero y los ovarios, podrá recurrir a un tratamiento de reproducción asistida por medio de la subrogación uterina.
En conclusión, es fundamental tomar conciencia de la importancia de la detección temprana y la preservación de la fertilidad ante el diagnóstico del cáncer de ovario.